Serena

El agua deslava las enaguas del pino que te resguarda.

y tu 

diva, 

soberbia, 

estoica,

contemplas la roca, las algas y las hojas secas que por el río flotan.

observas la hiedra que trepa por el cedro, mas no la tocas.

la sigues hasta la cumbre y disfrutas el sol

sientes el halcón a medio vuelo,

al chupamirto posando frente a la curuba,

a la trucha en el rio, 

al ajolote escondido bajo una roca, 

a la araña saltarina tejiendo su trampa, 

sientes la noche y su mil estrellas,  

al alba con su musgo mojado, 

y al  silbido del zorzal.


Ya nada te asombra, ya nada te asusta, 

serena y libre tu alma divaga.

entre el ayer, el hoy y el mañana, 

te has vuelto todo mas no eres nada.


Un día de verano después de las lluvias

algo diminuto comienza a pulsar.

Al pie de un gran Pino que el río acaricia 

un nuevo helecho se forma  y empuja la tierra  

peleando su derecho a existir y a la vida

crece frondoso limpiando toxinas. 

Una vieja alma limpiadora de karmas.







Rescatado de mi blog Poliglupa.. para mi amiga Yesenia

 

Mamá Alebrije

Érase un vientre abultado, un par de células locas y un suspiro de vida.

Érase un pedacito de piel, un par de piedras oscuras, diminutas y brillantes. Cuatro ramitas de olivo con cinco uvitas cada una y una bolita de estambre donde crecerían las entrañas.

Érase un corazón miniatura cual pececillo flotante en un universo de vida dentro de una bolsa de carne.

Una boquita de dulce, deditos de chocolate, mejillas de albaricoque: suaves, dulces y abundantes.

Era una madre orgullosa, con la panza de un cangrejo, melena y coraje de leona. Mas, como toda madre, el corazón de un cordero.

Las Botas

Y, ¿Qué importa que estén gastadas mis botas?

Voy pa' delante, a cada instante, paso constante.


No me falta amor, 

y si me caigo, 

me rio del dolor

me sacudo y me levanto

con la frente en alto.


Si paso un mal rato 

o un trago amargo,

encuentro especias alrededor

y a la vida pongo sabor.


Siempre pa' adelante, 

a paso lento,  pero constante.

voy descalza 

y mis pies la tierra abraza.


Y, ¿Qué importa que estén gastadas mis botas?

A cada instante,  paso constante,

Siempre adelante,

Siempre adelante.

Serena